lunes, junio 01, 2020

La niña sin rostro y otros espectros

Hola a todos y bienvenidos a este rincón de lo extraño, perturbador y tétrico, en esta ocasión les contaré de un sueño que tuve hace muchos años, pero recuerdo muy bien. Espero disfruten de esta lectura. 

Imaginen el escenario: De noche, una niña de 7 años, dormida en la cama, tapada y acomodada en las sábanas de esta misma, descansando para al día siguiente ir a la primaria, pues bien, esa niña despertó a horas muy avanzadas de la noche, tenía que ir al baño y sin pensarlo se levantó y fue al baño. Cuando salió y se dirigió a la cama, escuchó música muy fuerte, se asomó a la ventana y descubrió que había una fiesta en la azotea de una de las casas de los vecinos de la calle de enfrente, también se veían muchas luces, pero algo no cuadraba, pues las luces eran demasiado vistosas que fue extraño que nadie más lo notara, en fin, pensó que todo era normal y se dirigió a la cama, entonces notó pequeños cambios en la habitación, pero no le volvió a tomar importancia, quería dormir en verdad, así que solo se recostó.
Cerró los ojos y percibió un olor a flores muy dulce que no la hizo pensar bien, hasta que sintió como algo le tocaba la nariz, era un pétalo de una flor. En ese momento se dio cuenta de que debía preocuparse, pues sus presentimientos eran los que ella tenía, algo no cuadraba.
Miró mejor su alrededor poniendo atención en todo: La cama tenía un techo de tela que estaba rodeado de flores, se levantó de la cama y caminó por la habitación, no era muy diferente a la que estaba acostumbrada a ver, era una habitación bonita y cómoda, además de que estaba iluminada con una tenue luz, así que volvió a acostarse. 
Se despertó por segunda vez, pero esta vez la habitación estaba menos iluminada, la habitación volvía a ser la que la niña recordaba y estaba acostumbrada a ver todos los días, pero como se dijo antes, estaba un poco oscura, entonces notó una figura que veía hacia la ventana, esa figura tenía  2 trenzas y un vestido color rojo, volteó atrás de ella y el entorno había cambiando, se veía un lugar muy descuidado, con mucha tierra y lodo, volvió a ver donde esa figura de trenzas, sea la razón por la que fuera que ella se acercó a la figura, le tocó el hombro y esta figura la miró, y cuando cruzaron, la niña se dió cuenta que ella persona no tenía rostro alguno, ni siquiera se lograba ver los orificios de los ojos, todo era difuminado, nada en donde debería estar su cara estaba claro de ver. No se sabe como, pero de esta figura surgió unas palabras " ¿Vamos a jugar? Estas en mi cuarto. 

Aquella niña, victima del miedo despertó, asustada, entonces escuchó a su mamá que le decía mientras la movía "Ya es hora, levántate", dando fin a su sueño. 
Aquella niña era yo, la misma que soñó y sueña cosas muy raras. 

Gracias por seguir apoyando este blog, espero sigan disfrutando de mis anécdotas, hasta la próxima. 

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