Fue un día largo para mí, la energía se terminó por completo, en general ese fue un día pesado y me encontraba agotada, por lo que terminé mis tareas y no dudé en ir a dormir.
Como en otra entrada conté que a veces me despierto con ganas de ir al baño, y siempre es extraño ir a esas horas, en fin, me levanté para atender esa necesidad. Bajé las escaleras a mi cuarto cuando en ese momento escucho pisadas detrás de mí, pensé que podría ser algún familiar o mi hermano que también iría al baño, pero no vi a nadie, lo tomé como una confusión debido al sueño que tenía, así que solo seguí caminando. Al estar pasando por la el pasillo en el segundo piso, escuchaba como en el piso de abajo parecía que había gente platicando, pensé que podría ser que siguieran despiertos, pero no veía luz que se reflejara del piso de abajo, temerosa entré al baño del segundo piso. Mientras estaba dentro del baño, puse atención a la supuesta conversación, que me parecía muy raro que se escuchara hasta el piso de arriba, entonces me di cuenta que era una charla muy extraña, con voces que no reconocía que fueran de mi familia. No entendí muy bien del todo, pero de lo que recuerdo es que se hablaba de un tren que llevaría a un estado del país y llevaría a no se quién urgentemente para entregar algo muy importante, al escuchar eso también noté que se escuchaban muchas risas, muchas conversaciones al mismo tiempo, como si fuera una cantina, pues me recordaba a las películas que se ubicaban en los años pasados, muy antiguos, si muy extraño, y a ese punto tenía la curiosidad al máximo, más que el miedo que también sentía. Salí del baño y me quedé un momento para escuchar más, pues cada vez se hacía más fuerte los sonidos del piso de abajo, pero ahí no queda, pues afuera de la casa también se escuchaban muchos ruidos, no de autos o de gente conversando, si no otras máquinas, animales y personas caminando en un suelo de tierra. Era muy fuerte esos sonidos que me extrañó que nadie más se despertara y me encontrara ahí para preguntarnos de donde venía ese sonido, entonces decidí que debía de investigar por mi cuenta.
Bajé unos escalones para el piso de abajo, sin querer un escalón rechinó, paré completamente y escuché como los sonidos bajaban el tono cada vez, por lo que me regresé rápido hacia arriba, a la pieza donde estaba el baño.
Volvía a escuchar los sonidos del exterior, y bueno no tenía nada que perder por lo que miré a la ventana sin dudar, y fue mala idea.
Lo que descubrí fue que no había animales, ni maquinas escandalosas, solo unas pocas personas andando por la oscura madrugada, cuando noté un detalle: esas personas que iban y venían por la calle no eran gente con ropas normales ni parecían de este tiempo (si así lo puedo describir) y lo más tétrico: No tenían pies visibles.
Al darme cuenta de ello me alejé inmediatamente de la ventana y me fui rápido a mi habitación, ya sin importarme si provocaba ruido, poco a poco se hicieron lejanos los sonidos del piso de abajo y de la calle.
Llegué a mi cuarto y me acosté en mi cama, tomé mi celular para olvidar el susto que me llevé, pasaron (creo) 2 horas hasta que me volví a dormir.
Desde entonces aprendí que no se debe de ver a la ventana en la madrugada y jamás lo he vuelto a hacer, así como que la curiosidad no siempre debe ganar.
Espero sea de agrado esta nueva anécdota.
Se aproximan más cosas raras, aterradoras y tétricas. Hasta la próxima.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario